La Hermandad de la Luna - Territorio Escape (30/08/2025)
Recorrer Peñíscola siempre es un plan que merece la pena. Pero si además lo haces mientras resuelves misterios, descifras enigmas y te sumerges en una historia secreta de hermandades y conspiraciones… la propuesta suena aún más interesante.
Eso es justo lo que plantea La hermandad de la Luna, el escape town de Territorio Escape que se desarrolla en pleno casco antiguo de esta joya mediterránea. Una experiencia que mezcla el turismo con el juego, y que nos permite descubrir la ciudad con otros ojos: buscando pistas entre calles empedradas, miradores y murallas.
La ruta está bien pensada, con un ritmo agradable y una dificultad accesible que lo convierte en un plan perfecto para grupos sin mucha experiencia o familias que quieran una aventura diferente. Las pruebas están repartidas por zonas clave del centro histórico y la historia que las envuelve tiene ese punto de misterio que engancha desde el principio.
Sin embargo, mientras avanzábamos en el juego, había una idea que no dejaba de rondarnos: esto podría pasar en cualquier otro sitio. Porque aunque el recorrido te lleva por los lugares más emblemáticos de Peñíscola, las pruebas en sí no están realmente vinculadas al entorno. No juegan con la arquitectura, ni con los detalles del patrimonio, ni con la historia real del lugar.
Y eso, en una ciudad como esta —con tanta personalidad, tanta historia, tanto potencial escénico— se nota. Se echa de menos una integración más fuerte entre juego y espacio. Que el entorno no sea solo un decorado bonito, sino una parte activa de la experiencia.
También creemos que el acting podría dar mucho más de sí. El personaje que aparece cumple su función, pero no llega a generar ese impacto o inmersión que uno espera cuando hay contacto directo. Con una caracterización más trabajada, una interpretación más teatral y una implicación mayor en la historia, ese momento podría convertirse en uno de los puntos fuertes del escape.
A nivel de mecánicas, el juego se apoya únicamente en candados numéricos y de llave. Algo que funciona, pero que acaba resultando un poco repetitivo. Introducir otros tipos de cierre o dinámicas más originales añadiría variedad y supondría un reto más interesante, sobre todo para jugadores con más experiencia.
Aun con todo esto, la experiencia nos resultó divertida. Peñíscola es espectacular, y cualquier excusa para recorrerla es bienvenida. La hermandad de la Luna tiene un formato amable, ideal para una tarde de turismo activo, y ofrece una buena puerta de entrada al mundo de los escape games.
Nos quedamos con ganas de más. De más integración, de más inmersión, de más riesgo narrativo. Pero también con la sensación de que, con un par de vueltas más, este escape town podría convertirse en algo realmente especial.
Gracias, Territorio Escape, por apostar por las calles como escenario de juego. Ojalá más aventuras que nos inviten a redescubrir los lugares con los ojos bien abiertos.
