Luz Verde - Cubick

Cuando apareció Luz Verde, el escape room basado en El Juego del Calamar, lo primero que pensamos fue: ¿otro intento rápido por subirse al tren de la serie del momento? La propuesta era tentadora, sí, pero también arriesgada. Un escape room sobre una serie tan popular, creado en poco tiempo… teníamos dudas.

Y nos encanta decirlo: nos equivocamos por completo.

Luz Verde es una salaza. Literalmente. Una experiencia pensada, bien ejecutada y sobre todo muy, muy divertida. Han sabido capturar la esencia del universo de El Juego del Calamar sin caer en la copia vacía. Aquí hay alma, diseño, y muchas ganas de jugar.

Desde el minuto uno, el ambiente es fiel a la serie: tenso, competitivo y con ese punto inquietante que te mantiene alerta. La dinámica entre jugadores es una de las claves: igual que en la historia original, aquí también te enfrentas a tus compañeros. Las pruebas combinan perfectamente agilidad, habilidad y acertijos clásicos, lo que hace que la experiencia no se limite a correr o resolver, sino que tengas que adaptarte a cada nuevo reto.

Y hablando de retos: cada prueba está bien pensada, con un ritmo ágil que mantiene la adrenalina arriba. No hay momentos muertos ni pruebas de relleno. Todo tiene un propósito claro: que lo pases bien mientras te mantienes en tensión.

El final merece mención aparte: emocionante, con un giro muy bien llevado y una pequeña dosis de terror, como no podía ser de otra manera tratándose de El Juego del Calamar. No esperábamos asustarnos… pero lo hicieron. Y fue el broche perfecto para cerrar una experiencia intensa, competitiva y memorable.

En resumen, Luz Verde no es solo una adaptación oportunista, sino una propuesta sólida y bien hecha que demuestra que se puede ir rápido sin perder calidad. Si te gusta la serie, te encantará. Y si no la has visto, también disfrutarás de un escape diferente, lleno de emoción y con mecánicas poco habituales.

Una experiencia que nos mantuvo con el pulso alto y la sonrisa puesta hasta el final.